viernes, 4 de julio de 2014

Últimos acontecimientos

Los últimos acontecimientos me han mostrado la necesidad de llevar un registro mental de mis investigaciones. En estos últimos días se han abierto tal cantidad de opciones, líneas de investigación y preguntas como no podría haber imaginado anteriormente.

El encuentro con el hermano de Lancel, Aaron, me ha facilitado información muy interesante en diversos sentidos que abre a su vez un sinnúmero de interrogantes en muy variadas vertientes.

Empecemos por una pregunta que nunca hubiera esperado hacerme: ¿Quienes fueron mis padres, y qué les ocurrió? Nunca he sido una persona preocupada por los vínculos, así que no ha sido esta cuestión el blanco de mi curiosidad. Y desde luego mi tía no la ha favorecido en absoluto. Ella misma sigue siendo un misterio para mi, de quien no llego más que a intuir su importancia. Sin embargo nunca me plantee que mis padres fuesen algo más que personas normales.

Pero la forma en la que Aaron habló sobre nuestra aldea, y los hechos ocurridos con su familia, me hacen plantearme cuanta importancia podría tener todo aquello que desconozco. Y desde luego no me gusta que alguien que podría causarnos problemas sepa más de mi origen que yo mismo. ¿Como es que estaba informado sobre mi búsqueda de la inmortalidad? No es que lo haya ocultado con excesivo celo, pero nunca creí atraer demasiada atención sobre mi persona.

Y si como sugirió el enano, los papeles dejados por Aaron estaban destinados a ser encontrados ¿que pretendía con ello? ¿Estaban destinados a mi, o a mis compañeros? Yo soy el único que investiga estas cuestiones, en nuestro pequeño grupo. Pero no soy lo suficientemente poderoso como para resultar de interés como aliado a alguien como Aaron ¿No? Luego volvemos a la misma cuestión ¿Hay algo sobre mi origen que le interesa?

Quizás solo se trate de su hermano, de Lancer, a pesar de la decepción que le pueda haber causado su unión a los Guardias Grises. Quizás esperaba que le siguiese. Recuerdo que mi tía me llegó a advertir sobre él, aunque no me pareció que lo hiciese sobre su carácter, sino sobre sus artes: la magia de sangre. Y sin embargo, entiendo que mi tía ya sabía de quien se trataba, y con quien estaba relacionado ¿por que no dijo nada? En fin, si mi tía comenzase a darme información antes de que me fuese útil, entonces si que comenzaría a preocuparme. Aún así habré de preguntarle en cuanto pase por la aldea.

Realmente desconozco cuales serán los planes a partir de ahora. No me gusta que se me arrastre como se está haciendo. Sobre todo cuando se acaba pasando por cierta torre llena de magos y templarios. Pero he de reconocer que esta compañía da cierta seguridad, y no se puede desdeñar la información obtenida en su compañía. Eso si, si por mi fuese (y para disgusto del gran Tarsius), me quedaría aquí en Orzamar una temporada más. Parece que a mis estudios de élfico habré de añadir el idioma enano, aunque más difícil será que Udwing me de acceso a las investigaciones de su hermano. Sin duda no serán tan interesantes como las que Aaron pueda haberse llevado, pero cuando menos ha de encontrarse en ellos la base sobre la que se asentó lo posterior.

Runas y lirio. Dos ramas de conocimiento en las que sin lugar a dudas me conviene instruirme de cara al futuro. Pero como digo, primero habría que lograr el respeto de un enano tozudo. ¿Y como lograr tal cosa? Difícil lo veo. Un rey enano me debe la vida y no parece ni haberse percatado. No es que me queje, ya atraigo más la atención de lo que me conviene, así que mejor que sean otros nombres los que se celebren en las gestas. Pero en cualquier caso es indicio de lo difícil que puede resultar ganar el respeto de esta peculiar gente. Por ahora me conformaré con convencerle de que no lo queme todo, y confiar en que algún día me permita echarle un vistazo.

Lo que si va resultando productivo es el aprendizaje del idioma élfico. Aunque para mejorar realmente en esta lengua, el único camino es obtener la ayuda de un custodio elfo, y de nuevo eso no creo que sea tarea fácil. Aún así, si he de escoger, me quedo con las dificultades que puedan imponerme los elfos. No por que vayan a ser más razonables, sino por que probablemente respeten otras características más allá de la fuerza física o la capacidad para ingerir grandes cantidades de alcohol.

Por que, independientemente de las intenciones de Aaron, los documentos hallados eran de origen élfico. Y todo parece indicar que realmente van por el buen camino. Nada de magia de sangre ni abominaciones, espero. Aunque sin duda la cercanía de este mago a los engendros me hace sospechar que no todo es tan limpio como parece. Sin embargo es conocimiento. Y si él ha podido descifrarlo en ¿una década, quizás? no me cabe duda de que yo podré recorrer el mismo camino a su debido tiempo.

Lo cierto es que hube de morderme la lengua el otro día (aunque es más fácil hacerlo estando paralizado, y cuando una descarga eléctrica te ha dejado medio desfallecido), pero ese hombre casi me hace hervir la sangre. Lo irónico es que quizás esperaba poder atraerme a su lado con dichas palabras, cuando no eran para mi nada más que insultos. Todo lo que ha hecho él, yo sería capaz de replicarlo. No le subestimo, quizás sea mucho más poderoso que yo. Quizás a mi me lleve más tiempo. Pero a diferencia de él y de su hermano, yo no tengo prisa.

Obtener conocimiento puede requerir ciertos sacrificios, y no me considero tan orgulloso como para no estar dispuesto a hacerlos. Pero cuando insinúan que LES NECESITO, para lograrlo. Que sin ellos, yo nunca podré acceder a dicho conocimiento,... en esos momentos no podría odiarles más. Con aquel nigromante de la espesura, he de admitir que sentí cierto placer cuando el enano le cortó la cabeza estando inconsciente en el suelo. El caso de Aaron dudo que pueda llegar a ser tan patético, si es que acaso nos volviésemos a encontrar con posibilidad de vencerle. Pero sin duda me gustaría despojarle de toda esa miserable arrogancia.

Pero no debo dejar que mis emociones me controlen. Nada podría haber hecho contra él el otro día, pero aún sin contar con eso no puedo negar que me he vuelto sumamente imprudente. No esperaba un hechizo de parálisis tan imponente. Quizás me estoy malacostumbrado a creer que nuestros rivales son siempre limitados en cuanto a sus habilidades. Más número y menos cerebro. Quizás el comprobar la potencia de mi escudo arcano hizo que me confiase en exceso. Debiera de haber seguido mi primer impulso y ayudar desde arriba. Caer en una trampa de esa manera es algo que no me puedo permitir.

Y tampoco el escudo resultó ser tan impenetrable como confiaba. Mi poder es aún limitado. No soy bueno atacando, no al menos comparado con Lancel o los guerreros. Y mi magia de curación tampoco es suficiente. A punto estuvo de costarles la vida a Caser y a Tarsius mi falta de habilidades. A estas alturas debiera de haber obtenido ya la habilidad de espíritu sanador. He estudiado mucho, y entrado en el Velo repetidas veces. Quizás lo que me falte sea el correr algún riesgo. Quizás sea el mal menor. Pero ese espíritu no me inspira excesiva confianza.

Aprender más sobre ellos debería de ser una prioridad. Si realmente cada espíritu se centra en una única emoción (teoría que aún no me convence), solo tengo una pequeña pista sobre cual podría ser esta. Pareció complacido cuando le dije que no tenía miedo, y que podría vencerle sin problemas. Una posible interpretación es que se trate de un demonio del orgullo, aunque en mi caso no lo dije por orgullo, sino por que realmente creerlo así era la única opción sensata. Si es un demonio del orgullo, quizás pueda resultar un problema, dado que se les enmarca entre una de las emociones "malas", y como un demonio especialmente peligroso.

Aún así no se hasta que punto unos manuales escritos por gente presa de sus propios miedos son los mejores consejeros. No es que no desconfíe de ese espíritu, sino que no me convencen las definiciones habituales. Suponiendo que esas emociones "malas", puedan influir al mago hasta convertirlo en una abominación ¿No podría ocurrir algo similar, aunque a la inversa, con los espíritus "buenos"? ¿No podrían cambiar mi forma de actuar de igual manera? El que sea en la dirección que "el Círculo" considera bueno, no me satisface en demasía. No quisiera verme efectuando locuras heróicas al más puro estilo de Caser o Selina, solo por que un maldito espíritu de más allá del Velo se haya obsesionado con unas determinadas emociones de esta dimensión física.

En cualquier caso, no creo tener mucha opción. Y al fin y al cabo, tras luchar contra engendros, abominaciones y dragones, esta clase de riesgos, sea bueno o malo, puede ser la única alternativa viable ante los peligros que nos acechan.